lunes, 19 de octubre de 2009

[tarea] .suben, estrujen, bajen.

Escribir, luego publicar. Una lógica aceptada a grandes escalas, de la que Pratt no se escapa. Miremos uno de sus artículos, titulado "Travel Narrative and Imperialist Vision."


A través de la literatura del viaje, Europa toma conciencia de sí.

Más lógica. Si hacemos algo, y luego escribimos al respecto, aprenderemos algo; es difícil lograr escritura inteligible sin dedicar tiempo a su planificación, cosa que implica reflexionar sobre una ocurrencia. Es lo que hacemos (nosotros, los estudiantes de HISP290) aquí (en nuestro blog): reflexionar para escribir. Y como resultado, entendemos mejor una experiencia. ¿Habrá otra razón para el escribir?


Si no cuentas lo que ocurrió, mejor te hubieses quedado en el sofá.

Quizás Pratt no lo dijo así mismo, pero es la idea. Nuestra sociedad contemporánea apoya esta idea. No se demuestra a través de una literatura del viaje, pero sí en un conjunto de textos. En Facebook, es un texto rizomático: muchos comentarios, mucha información, muchas interacciones que rodean un enlace (wwwpuntofacebookpuntocom).


Todos lo conocemos. Si no tienes algo bueno que contar en Facebook, mejor te hubieses quedado dormid@. Y quizás es el argumento que presentan much@s: "No tengo nada interesante que contar, ¿por qué estoy despierta?" Idem en Twitter, FML, y los blogs. También en MySpace, Xanga (¿aun existe?), Flickr, etc. Es una eterna competencia, un eterno proceso de pedir que alguien valide tu trabajo, tu experiencia, tu existencia.


Pratt lo cuenta bien: "what you experience on your trip has everything to do with the book you are planning to write." A grandes niveles hemos perdido la capacidad de viajar por viajar, sacar fotos por sacar fotos, vivir por vivir. Ahora es: "¿Cómo puedo convertir esto en algo bueno para FML?" "¿Cómo mejor conjugo esta ocurrencia en tercera persona para ponerlo en Facebook?" ... Bueno, quizás no (o sí), peor eso es lo que acaba pidiendo la estructura de éstas páginas.


No cuentes información, cuenta experiencia: deja que el paisaje te posea.

Cierto, es lema que funciona dentro de la limitada cajita que nos obliga a vivir para escribir, pero no hay mejor cosa que vivir para escribir experiencias y emociones que resultan de un yo poseído por un paisaje. No hay nada más que sentarse frente al Valle de la Luna sin pensar en nada, dejando que los colores cambien frente a tus ojos, sintiendo la tierra bajo tus pies, el viento contra tu piel, sentirte tan pero tan infinitamente minúscula bajo el cielo que se extiende en todas direcciones, el desierto que sigue y sigue... No hay nada más que dejar que ese paisaje exista frente a ti sin intentar limitarlo con datos y hechos concretos... Sería inútil contar los granos de arena, calcular el azul preciso del cielo (y no sólo porque se cambia de azul a púrpura a rosado, oscureciendo más con cada segundo).


No hay nada más que sentarse con la memoria de un semestre, y dejar que todos los lugares pasen frente a la pantalla de la mente, la memoria, sin necesitar la lógica de la narrativa... No hay por qué categorizar los viajes en metro, en bus, las playas... las ciudades las calles... no tenemos que limitarnos a la lógica del mapa, o del párrafo, las experiencias son experiencias, y los paisajes que nos poseen son únicos. Yo soy yo ahora, pero en dos segundos soy otra yo. Esta silla es esta silla ahora, pero ahora es una distinta. Jamás volveremos a ver la misma ola, la misma calle, y no solo porque un día los adoquines se tapan con brea. La brea de ayer no es la misma que la de hoy. "Cambia, todo cambia." No hay nada más que dejar que cambie todo, y apreciarlo, agradecerle a la tierra que nos ha dejado presenciarlo.


[:)]

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