miércoles, 23 de septiembre de 2009

[cicatrices]

ahora te siento sobre mi falda
y te abrazo
te aprieto y siento
en la periferia de tu interior, las cicatrices
que se formaron en mi ausencia

te abrazo ahora por todas esas veces que no pude
te aprieto por cada segundo que te lloré, lejos, lejísimo
te siento sobre me falda, ahora que te tengo cerca,
y quisiera que mis lágrimas fuesen suficiente
como para borrar las cicatrices, el dolor, la ausencia

te siento sobre mi falda
te abrazo
te aprieto

lunes, 21 de septiembre de 2009

[cómo conversar en casa]

.sobre la lectura de unos capítulos de un libro de "Carroll," llamados "Home" y "Conversación".
Antes de salir de EEUU, me había encontrado con una situación que me sorprendió mucho--quizas hasta incomodó un poco. Estaba mirando las fotos que una amiga habia puesto en Facebook de su viaje a Chile; entre ellas, me encontré con una foto de esta estudiante acostada sobre la cama de sus "padres anfitriones," entresus padres. Me pareció tan extraño ver que alguien estuviese en esa posición, y pensé que nunca podréa verme a mi misma en tal situación, al menos que fuese la cama de mis propios padres.

En uno de mis primeros días con familia en Chile, la mamá me dijo que iba a ver tele en su cuarto, y que le podría acompanar si quisiera. Acepté, pensando en la foto, y con miedo de parecer desagradecida o fría. Llevé mi "once" a su cuarto (como ella habia hecho), y me senté en la orilla de su cama, con mi plato sobre mi falda. Sentí que un par de veces ella--quien estaba acostada con sus platos sobre una bandeja en la cama--me miraba de reojo, quizás con mirada de confusión. Me tuve que obligar a ignorar estas miradas, ya que aun no me sentía suficiente cómoda para aceptar la invitación de acostarme sobre su cama, lugar que a mí me parece tan privado y personal.

En un momento del semestre, me cambié de casa (por razones que quizás discute en otro momento... pero quizás no). Un mes después de haber llegado a esta casa, me enfermé: me había desmallado en el metro. Tan pronto como llegamos a la casa--después de que mi mamá chilena me había buscado--me dijo "Acuéstate en mi cama, prende la tele o llévate un libro, y al tiro te llevo un pancito." No era la primera vez que su cama se había ofrecido como un lugar "abierto" para mí; en varias ocasiones me invitó a acostarme y leer, escribir, o simplemente descansar en su cama. Por lo tanto, no tuve la misma resistencia. Aun así, me acosté encima de sus frazadas--no me arropé. Ella entró a los pocos minutos con unas tostadas con miel ("Te hace falta azúcar en tu sangre para subir tu presión."), y me vió destapada. Inmediatamente explotó (como solía hacer--es una mujer con poquísimas reservaciones): "Pero cómo va a ser! Te vas a resfriar, te vas a enfermar más todavía! Pero arrópate [chica] (expletive deleted... otro tema de colisión en su casa)!"

Después de reirme un poco, quizás para enseñar que no estaba completamente cómoda con la idea, me arropé.

Me gustaría pensar que mi resistencia no se basaba en el hecho de que estaba completamente rechazando la invitación, la recepción calurosa y cariñosa a la familia; tal reacción me parecería errónea, quizós hasta xenofóbica. Algo contrario: pienso que simplemente estaba abriendo el espacio para yo misma acomodarme, ajustarme a su sistema de relaciones familiares, relaciones interpersonales. Quizás hasta podría argumentar que estaba sugiriendo abrir un espacio para conversar la diferencia cultural. De todas formas, supongo que no impactó mucho, porque siempre acababa arropada en la cama de mis padres chilenos, y nunca se discutió el tema.

lunes, 14 de septiembre de 2009

[más tarea] aún no soy heroína

¡Este Campbell sí que sabe! Leer la conversación entre él y Moyers fue como afrentarme a un análisis de mi tiempo en fuera de los Estados Unidos (de América). Les entrego una breve mirada a lo que viví, yuxtapuesto con lo que se presenta en la lectura.


"The labyrinth is thoroughly known."

No puedo predecir exactamente cómo transcurrirá mi vida en EEUU--con quién hablaré, qué cursos tomaré, cómo serán las conversaciones y lecturas, si chocaré el carro, si me darán un trabajo, si escribiré mucho, si escribiré bien--pero sí tengo una idea sorprendentemente específica de lo que pasará. Pasaré la mayoría del tiempo hablando en inglés; tomaré muchas clases en español; leeré mucho; llegaré a casi todo lugar guiando (conduciendo); le saludaré a mi familia con besos en los cachetes, y a casi todos los demás con la mano; me dormiré en la misma cama cada noche (o al menos una de tres); y no viajaré fuera de mis tres lugares principales: casa de mami, casa de papi, y Trinity. Wow- muy poca aventura. Muy poco sacrificio-- muy poco dar.


"The father quest is a major hero adventure for young people. That is the adventure of finding what your career is, what your nature is, what your source is."

Confieso que para mi, no era un "undertaking" tan "intentional" como describe Campbell, pero sí sentí una suerte de búsqueda al comenzar el viaje, principalmente influenciada por mi padre. Les cuento. Yo soy poeta, hija de académicos (docentes, profesores, llámenlo cómo gusten). Por lo tanto, siempre he sentido una gran presión de producir algo válido, escribir bien--sin tener idea muy clara de lo que era la buena escritura. (Antes del viaje leía poquísimo- pero muy muy poco.) Recuerdo que unos días antes de salir, mi papá me contó que todos los "grandes escritores" de la lengua española produjeron sus grandes textos después de su primer viaje a Latinoamérica. Es decir, me iba sin presión. (ja, ya quisiera yo.)


"...put yourself in situations that will evoke your higher nature..."

Para tomar de frente este reto literario, me puse dentro de las situaciones que "evocarían mi carácter". En ambos lugares entré en talleres de escritura: poesía en Puerto Rico; poesía y cuento en Chile. Me aseguré de incrementar en cantidades significativas lo que estaba leyendo, siempre reportando a mi padre para cumplir con la "tarea" que me dio. Pasaba mucho tiempo con gente de cierta importancia dentro de sus campos-- si en algún momento me vuelvo fanática del "name-dropping", tendré una fuerte base con la que empezar, jeje. También me aseguré de producir mucha mucha escritura. Una cantidad que hasta hoy me impresiona. (Eso no significa que era escritura buena, pero algo es algo, ¿o no?)


"The moral objective [of heroism] is that of saving a people, or person, or supporting an idea."

De tal manera, encontré la idea y el ejercicio que desarrollaría--mi objetivo... ehm.... bueno, no tanto moral en el sentido de influir al mundo a mis alrededores, sino... escribiendo de una forma que cuestionaba lo inmoral... Y bueno, quizás ahí empiezo a fallar en lo del heroísmo.


"A truly heroic transformation of consciousness [is achieved by] trials and revelations."

Pero de seguro puedo decir que me afrenté a varios retos que resultaron en un gran aprendizaje. El hecho de que la poesía se convirtió de repente en una tarea fue algo muy difícil al principio. Para lograr cumplir con los requisitos de mis profesores, tuve que transformar la manera en la que percibía la escritura. Tuve que cambiar mi acercamiento a la poesía--y en Chile, a los cuentos. Esa transformación comenzó el primer día, y me sigue empujando hoy. O, mejor dicho, el miedo a fallar con las expectativas de esos profesores con los que ya no estoy, es lo que me para cuando estoy frente a una página en blanco, o un poema / cuento que necesita una transformación. No cabe duda: transformaron mi consciencia poética / literaria de mil formas irreversibles (o eso espero).


"One [type of heroic deed] is the spiritual deed, in which the hero learns to experience the supernormal range of human spiritual life and then comes back with a message."

Y después de éstas transformaciones y misiones ¿cuál es el mensaje? ¿Qué resumen puedo darle? ¿Qué acto espiritual llevé a cabo?

No- eso no me parece ser la idea. O sea, no quiero sentarme a contestar esas preguntas. No era el propósito de la experiencia, ni el propósito del texto. To experience-- eso es el propósito. Vivir con una mujer repleta de cáncer que sigue trabajando y amando a su familia y sus amigos; conocer a detenidos-desaparecidos que sobrevivieron horrores incomprensibles, y que aun viven y escriben; aprender de alguien cuyo padre poeta e inspiración murió antes de ver sus publicaciones y premios; escuchar la poesía de mujeres que cumplieron el "heroic deed" de dar a luz, sólo para enterarse que fue un cadáver que salió de sus cuerpos; sentir la agonía de la escritura que tiene que salir, sentir que te obligue a poner pluma sobre papel para dejarla escapar para no reventarse dentro de ti; ese, ese es el propósito. Vivir y compartir con las heroínas y los héroes del mundo.


"The story isn't really trying to explain [the fire]... it's to evaluate the fire, its importance to us."

¿Qué importancia tiene dicha experiencia para mi? Uf, qué pregunta. Creo que es una que no se puede contestar con palabras. Ésta es una de las limitaciones, una memoria hermética que ustedes nunca conocerán, porque esta pregunta causa una explosión de visiones y memorias que son tantas y tan detalladas que, al intentar grabarlas todas en un papel sería inútil, injusto para lo precioso del detalle, lo enorme de su cantidad, lo infinito de su calidad...


"If you realize that the real problem is--losing yourself, giving yourself to some higher end, or to another--you realize that this itself is the ultimate trial."


"A hero is someone who has given his or her life to something bigger than oneself."


domingo, 13 de septiembre de 2009

reescritura de anjelamaría dávila


poema original, de la querencia



mi parodia (sacado de un trabajo crítico sobre la reescritura)


sábado, 12 de septiembre de 2009

[la absurdez de conversar]

1- ¿tú estás en mi clase de ciencias políticas?

2- puede ser. quítate los lentes y dime donde te sientas.

1- en la tercera fila

2- claro, ahora que yo veo mejor, te reconozco.

1- sí, oyendo bien, creo que me acuerdo de ti.

2- lo pasamos bien esa noche, ¿no?

1- sí, tenías puesto ese traje verde, ¿no?

2- claro, el que compré con la tía.

1- ah, ya veo. y ¿cómo está la tía?

2- pues bien, gracias. considerando todo lo que le ha pasado.

1- ¿hace cuánto que falleció?

2- tres horas. ¿no te acuerdas?

1- no, estaba en la clase. y tú, ¿dónde estabas?

2- comprándome un traje verde.

1- ¡qué divertido! ¿para qué quieres un traje?

2- para el velorio.

1- ¿cuándo va a ser?

2- mañana por la noche.

1- iré entonces. aun no conozco a la tía.

2- a ella le encanta conocer a mis compañeros de clase.

1- pero, ¿tomamos una clase juntos?


[distraction]

i open the book and, turning the pages, allow the letters—now senseless squiggles, designs—swallow me whole, offering a comforting distraction without equal. the lines turn to swirls, and vice versa. i turn off my mind and turn page after page, forgetting this world, exiting this existence, without fully entering the next. i neither comprehend nor attempt to understand the ¿letters? before me, forming words before me, turning to sentences, turning to paragraphs, turning to page turned after page turned after page turned...



and when the pages end, the distraction ends, and the experience gives way to reality, and the distraction gives way to...


miércoles, 9 de septiembre de 2009

[es tarea] ¡me rasguñaron la mente!

En un viaje de cuatro "llegadas", por así decirlo--Puerto Rico, Uruguay, Argentina y Chile--surgieron varias conversaciones en las que alguien me ofrecía un consejo, alguna información sobre el lugar al que iba. Mi reacción a muchas de esas conversaciones solía asemejarse a la de Isaacs: ¿En qué basas eso? Sentí que muchos de los comentarios eran estereotipos--el "old furniture" que simplemente repetimos sin revisar ni editar.

También observé que la mayoría de los comentarios eran críticas (léase: negativos). Parecía casi decir que lo positivo que se decía de un lugar no servía para distinguirlo de otro. Nada valía decir que era un lugar lindo con paisajes bellos, una ciudad linda con gente simpática. Pocas veces los comentarios positivos llevaban la precisión de los comentarios negativos. Pienso en los primeros comentarios que escuché de Chile, específicamente en un artículo escrito por una estudiante de Trinity [excluyo información bibliográfica para prevenir la relectura de dichos comentarios que me parecieron, francamente, ignorantes y erróneos]; en éste caso, supe que la información que compartía se basaba en una falta de aprovechamiento de una oportunidad que presentaba muchísimas posibilidades de crecimiento personal y académico.

Pero divago; volvamos a los comentarios de mis cuatro llegadas para ver cómo cada lugar tenía sus "unsupported or unsupportable assumptions" que recurrían. [Éstos los presento sin comentar sobre la(s) manera(s) en la(s) que se manifestaron en mi experiencia, porque supongo que lo haré en los próximos meses.] Sobre Puerto Rico, escuché mucho acerca de una dicotomía entre campo y ciudad, el español "mal-hablado", las mujeres lindas, y una obsesión con el consumo.

De Uruguay me dijeron "Es muuuuuy lindo, pero muuuuy pobre" (con un "pero" algo problemático, ya que implica que la pobreza y la belleza son mutuamente excluyentes) y "Vas a ver muchos perros en la calle"-- como si fuera un aspecto importante del país o la cultura. Desde Argentina me dijeron que todo lo que había en Uruguay era una imitación de la vida argentina (y más aun: una copia mala). A su vez, los uruguayos me advirtieron sobre la pesadez de los porteños (gente de Buenos Aires, Argentina), cuya ciudad era una miniatura de Nueva York, y cuyos asados y carnes no comparaban con los uruguayos. [Empezamos a ver aquí una tendencia hacia la crítica de los demás para alzarse a uno mismo.]

Antes de ir a Chile, todos me avisaron que no iba a poder entender lo que decían los chilenos, por combinación del acento, la altísima cantidad de modismos (digo esto en vez de "palabras inventadas", que es la manera en la que primero lo describieron), y la general "bastardización" de la lengua castellana. También me alertaron sobre los hombres mujeriegos y piroperos, cuyo vocabulario no comparaba con el de los poetas más importantes de Chile (¿es casualidad que los "más grandes" son hombres?).

He aquí los primeros rasguños que se me presentaron, tal como mi memoria me los conserva. Puede que se hayan distorsionado, puede que no. De todas formas, espero desarrollar un diálogo entre éstas imágenes, mis experiencias dentro de dichos países, y la memoria que sigue conmigo (y sigue cambiando).