quisiera serte.
tu capacidad de lectura parece mito,
me lo contó un pajarito.
la síntesis tuya
los intertextos de tus textos
[y ahí, la vida sí es un texto,
de eso estoy segura]
resultan maravillosos.
y aunque todos se quejen de tus
textos de zapatos vacíos,
me fascinan.
e igual que hice hace un año,
enloquecida por las grabaciones,
te imito.
quizás soy tu reflejo.
[vez cuánto le gustaría serte?
cree que puede ser
reflejo
tuyo]
cuando caminaba entre los libreros ese ayer, la sensación de deseo era
un querer encontrarte
no para amarte
tenerte
sino serte.
encontrarte como ropa
desnudarme frente a la
ropa amontonada en el piso
tomar cada prenda
una por una
y convertirme en ti.
pongo tus pies sobre mis pies
tus piernas las ajusto lentamente
a las mías
mis muslos ahora son los tuyos
tu ingle es la mía
mi entrepierna, tuya.
vientre, pecho, corazón y pulmones,
hasta hombros, cuellos, brazos
me pongo la camisa
que lleva tu nombre escrito
como banda de rock de hace par de décadas
tu carne
ha consumido mi carne
mi piel
ya no existe, ahora
tengo la tuya.
lo más importante: donde antes estaban mis manos y mi mente y mi boca,
ahora están
tus manos para elegir textos, mover páginas,
escribir y crear, está
tu mente y capacidad de absorber
todo como esponja, está
tu boca para recitarlo todo de forma
perfectamente declamada
siempre.
quería serte, desde un principio
(entraste con aires de estudiante universitario, llevado
como imán al librero a mi lado)
pero las herramientas con las que nos proveen
(entrepiernas entre piernas)
me movieron en otra dirección--
la reflexión espontánea
à la Weltanschauung
errónea
(y aquí pido disculpa porque perdí el final original entre los pliegues de las páginas web)
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